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25 mayo 2014

Colombia es una cenicienta que quiere ir al baile de los países desarrollados

Rodolfo Llinás, uno de los científicos más importantes del país, critica un sistema educativo que no respeta a los niños y no les enseña lo que necesitan.  

Entrevista realizada por Semana  

SEMANA: Usted lleva 52 años fuera de Colombia, pero nunca ha faltado a una cumbre como la que se realizó esta semana para hablar de educación. ¿Por qué?


RODOLFO LLINÁS: Es muy sencillo, es mi patria. La recuerdo con enorme cariño. La patria es como la primera novia que uno tiene: totalmente inolvidable. 

 
SEMANA: ¿Y entonces por qué se fue?  

R. LL.: Porque no había posibilidades en Colombia.

SEMANA: ¿Posibilidades para hacer qué?

R. LL.: Para la ciencia, que era lo que yo quería hacer. 

SEMANA: ¿Y cree que hoy, 52 años después, sí hay esas posibilidades? 

R. LL.: No. Hay muy pocas. Mucha de la gente que va a especializarse y regresa tiene que devolverse, porque en Colombia no hay posibilidades. Otros acaban teniendo un trabajo en el que no practican lo que estudiaron y muchos terminan de políticos o haciendo otras cosas. ¿Imagínese uno de físico qué puede hacer aquí?

SEMANA: ¿Cómo lee a un país que no valora la ciencia ni a sus científicos?

R. LL.: Es un país que está retrasado intelectualmente. Un país no valora la ciencia porque nadie les ha enseñado a sus ciudadanos su valor. Y si los dirigentes no lo entienden, es porque no les interesa. A muchos lo único que les importa es tener dinero, tener viejas, tener poder. 

SEMANA: Usted viene en un momento muy importante para este debate. Muchos dicen que la educación en Colombia está en crisis. ¿Qué piensa?

R. LL.: Yo creo que no hay ninguna crisis. Una crisis ocurre cuando algo malo pasa. Pero cuando es crónico ya no es crisis. Es simplemente el estado triste de Colombia. Cuando hicimos la reunión de los sabios yo dije: “Colombia es una Cenicienta que quisiera ir al baile de los países desarrollados”. 

SEMANA: ¿Qué quería decir con eso?

R. LL.: Cualquier otro grupo humano daría lo que fuera por tener la tierra colombiana. ¿Se imagina? Con dos océanos, con agua dulce, con todo prácticamente… La vida en Colombia es demasiado fácil. No hay invierno, la gente no se muere de desnutrición. Hay una frase en inglés que describe eso: “Such is life in the tropics” (“Así es la vida en el Trópico”). Por eso yo siempre he dicho que Colombia tiene mejor tierra que gente.

SEMANA: Esa es una frase muy cruda...

R. LL.: No lo es. Colombia tiene una posición fantástica en el globo terráqueo. Pero la gente que vive ahí, precisamente porque vive en un lugar fantástico, no tiene que competir para vivir. Salen y se comen su plato de comida sin problema. Entonces la gente cree que la vida es para gozar. 

SEMANA: Y si no es para gozarla, ¿para qué es?

R. LL.: No es para gozarla, es para pensar, que es una manera más sofisticada de gozar. Es decir, a mí me parece sumamente interesante que la gente lo quiera, como me decía un amigo, es “rumbear todo el tiempo”. ¡Qué cosa tan aburrida! No podemos pasárnosla de cha, cha, cha hasta la muerte. 

SEMANA: ¿Y usted por qué cree que queremos solo vivir para rumbear?

R. LL.: Porque no hay educación. 

SEMANA: Se cumplen 20 años de esa Misión de Sabios que reunió a los más importantes intelectuales del país, incluido Gabriel García Márquez, a hablar de educación. ¿Qué balance tiene de ese esfuerzo? 

R. LL.: Hicimos gran cantidad de libros; yo escribí uno que se llama El Reto. Llegamos a toda clase de conclusiones que nunca nadie leyó. Se habló de que se invirtiera en ciencia y tecnología por lo menos el 1 % del PIB y que lo deseable era que fuera más. Hoy esa inversión no alcanza a ser ni el 1 % que deseábamos en esa época. 

SEMANA: ¿Qué más siente que falta por hacer? 

R. LL: Primero hay que reconocer la importancia de la educación. Colombia no será nada hasta que no eduque su gente. El problema siempre ha sido que no se optimiza a los individuos, no se les da la posibilidad de llegar a lo mejor que pueden ser. Eso solo se logra con educación, pues al fin y al cabo esta se trata simplemente de optimizar las capacidades cerebrales. ¿Cómo hacemos para optimizar? Hay que trabajar más porque la gente entienda, que la gente sepa algo. El saber es simplemente poder poner en contexto lo que uno sabe. 

SEMANA: Usted ha dicho que la educación es tan necesaria como el agua…

R. LL: Sí. La educación más que importante es esencial. Si no se le da al cerebro la capacidad de optimizar seremos individuos de segunda clase que no alcanzamos todo lo que podíamos ser. La ventaja de la educación es que si se hace bien mejora la calidad del individuo, por eso digo que es como el agua o una buena comida. 

SEMANA: ¿Cree que los niños y niñas colombianos tienen hoy un buen menú en ese sentido?

R. LL: El problema con los niños es que no los quieren, no los respetan y no les ponen atención. Los niños sí saben lo que quieren, pero esto es muy distinto a lo que les dan en la escuela. Entonces hay rebeldía intelectual, no aprenden, se jartan. Se requiere una postura diferente del sistema de educación que entienda que los niños son seres pensantes y sumamente inteligentes. Hay que saber qué es lo que les gusta, porque lo que les gusta es lo que saben hacer mejor. 

SEMANA: Si tuviera que hacer un diagnóstico de los problemas de la educación en Colombia, ¿cuáles serían sus conclusiones? 

R. LL: Para mí, el problema es de la metodología y de la estructura de los profesores. Los profesores quieren tener una posición no de guía, sino de maestros en donde solamente ellos mandan. Son ellos quienes les dicen a los niños qué tienen que aprender y si pasan o no pasan. Así es imposible. No son instructores, sino personas que quieren tener poder, poder de rajar y de expulsar de la escuela. 

SEMANA: ¿Y la metodología?

R. LL: Es muy sencillo. Tiene que ver con los cursos y las cosas que se enseñan: geografía sin historia, matemáticas sin geografía. Se enseñan cosas por separado. ¿De dónde sale la geometría si no hay un contexto histórico? Lo único que importa es saberse las propiedades de los triángulos para obtener una nota. 

SEMANA: ¿Cómo debería ser entonces? 

R. LL: ¿Para qué sirven los triángulos? Por ejemplo, los mayas, los aztecas, los egipcios hicieron pirámides. Si las miramos, encontramos que están preciosamente organizadas con respecto al universo. ¿Cómo hicieron para construir eso? Se requieren tres cosas: las líneas rectas, una piola y un peso. Nada más. Entonces para esas culturas la geometría era una herramienta para hacer agricultura. Cuando uno entiende así, todo es muy diferente. La escuela enseña la ubicación de los ríos, pero jamás explica la importancia del agua. Somos un baúl repleto de contenidos, pero vacío de contexto. De ahí nuestra dificultad para aplicar el conocimiento en la realidad.

 

02 abril 2014

EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI

Reflexiones metodológicas y políticas sobre “El capital en el siglo XXI” y el concepto de “capital”
 James K. Galbraith 
 
30/03/14
 

El economista francés Thomas Piketty acaba de publicar un voluminoso libro, Capital in the Twenty-First Century [El capital en el siglo XXI] (Belknap Press, Harvard, 2014, 671 páginas), que ha atraído inmediatamente la atención del mundo académico y hasta del Financial Times. El libro es resultado de una gran investigación empírica fundada en la elaboración de inmensas bases de datos. Es también una crítica inclemente de la irrelevancia y necedad de la ciencia social académica que ha llegado a imperar en las últimas décadas (no sólo en la teoría económica). Y aspira a ser, asimismo, una crítica política radical del catastrófico e insostenible capitalismo de nuestro tiempo. El texto que reproducimos a continuación es una reseña crítica escrita por James Galbraith, autor él mismo de la que acaso sea la mejor investigación teórica y empírica de la relación entre financiarización, inestabilidad y desigualdad en el capitalismo de nuestro tiempo ("Inequality and Instability"). La interesante crítica de Galbraith a Piketty es teórica (el concepto de "capital" de Piketty sería incauta e inadvertidamente neoclásico), es metodológica (su métrica sería incongruente), es empírica (sus ingentes bases de datos –salidas básicamente de los registros fiscales— no serían las mejores fuentes para lo que se propone) y es política (la forma concebida por Piketty para poner fin a la catástrofe neoliberal y "salvar al capitalismo de sí mismo" sería técnicamente ingenua, y por lo mismo, políticamente utópica). Se trata, en cualquier caso, de una gran discusión, científica y políticamente hablando. SP   Leer más

25 marzo 2014

CRISIS EN UCRANIA

¿Será la pérdida de Crimea la primera de una larga serie?

Más allá del enfático llanto de Occidente por la adhesión de Crimea a la Federación Rusa, lo verdaderamente interesante sería saber si se trata de un fenómeno aislado o si estamos ante el inicio de una tendencia más generalizada de Europa oriental a inclinarse hacia Moscú. Al no tener otra cosa que ofrecer, aparte de la ya harto conocida sumisión a la burocracia de Bruselas, la Unión Europea teme que sus actuales clientes puedan sentirse atraídos por la libertad y las posibilidades financieras de Moscú.  Leer más

23 marzo 2014

LA CONFRONTACIÓN RUSIA-USA-UE

Sanctions effect: Russia to change its economic partners…for the better

Published time: March 21, 2014 15:34 
 
Tomado de: RT 
Brazil's President Dilma Rousseff, India's Prime Minister Manmohan Singh, Russia's President Vladimir Putin, China's President Xi Jinping and South African President Jacob Zuma pose for a photo after the BRICS leader's meeting at the G20 summit on September 5, 2013 in Saint Petersburg.(AFP Photo / Sergei Karpukhin )
Brazil's President Dilma Rousseff, India's Prime Minister Manmohan Singh, Russia's President Vladimir Putin, China's President Xi Jinping and South African President Jacob Zuma pose for a photo after the BRICS leader's meeting at the G20 summit on September 5, 2013 in Saint Petersburg.(AFP Photo / Sergei Karpukhin )


Western sanctions might push Russia to deepen cooperation with BRICS states, in particular, to strengthen its ties with China, which will possibly turn out to be a big catastrophe for the US and the EU some time later.
On March 18, the spokesperson for the Kremlin, Dmitry Peskov, claimed in a BBC interview that Russia would switch to new partners in case of economic sanctions being imposed by the European Union and the United States. He highlighted that the modern world isn't unipolar and Russia has strong ties with other states as well, though Russia wants to remain in good relations with its Western partners, especially with the EU due to the volume of deals and joint projects.
Those “new partners” are not really new since Russia has been closely interconnected with them for almost 13 years. This is all about the so-called BRICS organization, consisting of Brazil, Russia, India, China and South Africa. BRICS represents 42 percent of the world’s population and about a quarter of the world’s economy, which means that this bloc of states is an important global actor.Ver más



14 febrero 2014

Educación y disciplina

Educación y disciplina

En 1932 el longevo filósofo y matemático inglés publicó un libro, Elogio de la ociosidad, que contenía el siguiente ensayo sobre la educación. Pese a los años transcurridos, el texto conserva una sorprendente actualidad. 

 Cualquier teoría seria acerca de la educación debe constar de dos partes: de una concepción de los fines de la vida y de una ciencia sobre la dinámica psicológica —por ejemplo, las leyes del cambio mental. Dos hombres que difieran acerca de los fines de la vida no pueden esperar llegar a un acuerdo sobre educación. La máquina educativa a lo largo de la civilización occidental ha sido dominada por dos teorías éticas: la de la cristiandad y la del nacionalismo. Estas dos, cuando se toman en serio, son incompatibles, tal como se está volviendo evidente en Alemania. Por mi parte, sostengo que, donde difieren, la cristiandad es preferible, pero donde coinciden ambas están erradas. La concepción por la que yo abogaría, en cambio, como propósito de la educación es la de civilización, un término que, como yo lo entiendo, tiene una definición parcialmente individual, parcialmente social. Consiste, en el individuo, en sendas cualidades intelectuales y morales: intelectualmente, en algún mínimo conocimiento general, destreza técnica en la propia profesión y en el hábito de formar las opiniones a partir de la evidencia; moralmente, en imparcialidad, amabilidad y en una mínima cantidad de autocontrol. Debería añadir una cualidad que no es moral ni tampoco intelectual, sino quizás psicológica: alegría y gusto por la vida. Leer más

21 enero 2014

Guerra Psicológica: Publicidad y Consumismo



La mayor historia que la publicidad nos dice sobre la felicidad humana, es que, el camino a la felicidad es a través del consumo de cosas y que serás más feliz comprando, que no comprando.
Un interesante corto que nos explica como el ciudadano es reemplazado por el consumidor.

25 octubre 2013

Undergraduates at Manchester University propose overhaul of orthodox teachings to embrace alternative theories

 
 
 Tomado de: Real World Economics Review
http://rwer.wordpress.com/2013/10/25/undergraduates-at-manchester-university-propose-overhaul-of-orthodox-teachings-to-embrace-alternative-theories/
Octubre 25 de 2013
 
 
The Post-Crash Economics Society at Manchester University. Photograph: Jon Super for the Guardian


Few mainstream economists predicted the global financial crash of 2008 and academics have been accused of acting as cheerleaders for the often labyrinthine financial models behind the crisis. Now a growing band of university students are plotting a quiet revolution against orthodox free-market teaching, arguing that alternative ways of thinking have been pushed to the margins.

Economics undergraduates at the University of Manchester have formed the Post-Crash Economics Society, which they hope will be copied by universities across the country. The organisers criticise university courses for doing little to explain why economists failed to warn about the global financial crisis and for having too heavy a focus on training students for City jobs. 

A growing number of top economists, such as Ha-Joon Chang, who teaches economics at Cambridge University, are backing the students.

Next month the society plans to publish a manifesto proposing sweeping reforms to the University of Manchester’s curriculum, with the hope that other institutions will follow suit.

Joe Earle, a spokesman for the Post-Crash Economics Society and a final-year undergraduate, said academic departments were “ignoring the crisis” and that, by neglecting global developments and critics of the free market such as Keynes and Marx, the study of economics was “in danger of losing its broader relevance”.

Chang, who is a reader in the political economy of development at Cambridge, said he agreed with the society’s premise. The teaching of economics was increasingly confined to arcane mathematical models, he said. “Students are not even prepared for the commercial world. Few [students] know what is going on in China and how it influences the global economic situation. Even worse, I’ve met American students who have never heard of Keynes.”

In June a network of young economics students, thinkers and writers set up Rethinking Economics, a campaign group to challenge what they say is the predominant narrative in the subject.

Earle said students across Britain were being taught neoclassical economics “as if it was the only theory”.

He said: “It is given such a dominant position in our modules that many students aren’t even aware that there are other distinct theories out there that question the assumptions, methodologies and conclusions of the economics we are taught.”

Multiple-choice and maths questions dominate the first two years of economics degrees, which Earle said meant most students stayed away from modules that required reading and essay-writing, such as history of economic thought. “They think they just don’t have the skills required for those sorts of modules and they don’t want to jeopardise their degree,” he said. “As a consequence, economics students never develop the faculties necessary to critically question, evaluate and compare economic theories, and enter the working world with a false belief about what economics is and a knowledge base limited to neoclassical theory.”

In the decade before the 2008 crash, many economists dismissed warnings that property and stock markets were overvalued. They argued that markets were correctly pricing shares, property and exotic derivatives in line with economic models of behaviour. It was only when the US sub-prime mortgage market unravelled that banks realised a collective failure to spot the bubble had  wrecked their finances.

In his 2010 documentary Inside Job, Charles Ferguson highlighted how US academics had produced hundreds of reports in support of the types of high-risk trading and debt-fuelled consumption that triggered the crash.

Some leading economists have criticised university economics teaching, among them Paul Krugman, a Nobel prize winner and professor at Princeton university who has attacked the complacency of economics education in the US.

In an article for the New York Times in 2009, Krugman wrote: “As I see it, the economics profession went astray because economists, as a group, mistook beauty, clad in impressive-looking mathematics, for truth.”

Adam Posen, head of the Washington-based thinktank the Peterson Institute, said universities ignore empirical evidence that contradicts mainstream theories in favour of “overly technical nonsense”.
City economists attacked Joseph Stiglitz, the former World Bank chief economist, and Olivier Blanchard, the current International Monetary Fund chief economist, when they criticised western governments for cutting investment in the wake of the crash.

A Manchester University spokeman said that, as at other university courses around the world, economics teaching at Manchester “focuses on mainstream approaches, reflecting the current state of the discipline”. He added: “It is also important for students’ career prospects that they have an effective grounding in the core elements of the subject.

“Many students at Manchester study economics in an interdisciplinary context alongside other social sciences, especially philosophy, politics and sociology. Such students gain knowledge of different kinds of approaches to examining social phenomena … many modules taught by the department centre on the use of quantitative techniques. These could just as easily be deployed in mainstream or non-mainstream contexts.”

08 octubre 2013

LA DESIGUALDAD EN COLOMBIA

08 octubre 2013

El efecto de la desigualdad

 Tomado de revista SEMANA

Por Margarita M. Orozco Arbeláez*

OPINIÓN 

Una sociedad inequitativa es menos democrática, menos eficiente y castiga al más valioso recurso de cualquier economía: el ser humano.

El efecto de la desigualdad.

Foto: SEMANA

Qué tienen en común una pareja de profesionales a punto terminar su doctorado, empleados en universidades privadas, con dos niños en edad escolar, a quienes el Fondo Nacional del Ahorro les niega un préstamo para comprar casa porque exceden el nivel de endeudamiento; con mi colega de 23 años, c
on maestría de la mejor universidad de Colombia, endeudada de por vida con el Icetex, que hoy devenga la mitad de lo que se gana otro profesional, con su misma formación en la misma empresa, porque a algún genio se le ocurrió que era un buen negocio contratar a alguien joven por la mitad de la plata; y mi empleada, que trabaja en un hotel, en donde antes era mucama, hasta que despidieron a todos los empleados y ella terminó sola cubriendo los oficios de aseo, mensajería y otras labores agregadas en lo que hoy son 25 “Aparta Suits”; y su esposo, que todos los días viaja del sur al norte de la ciudad para recibir 23.000 pesos por 12 horas de trabajo, que pueden ser 13, 14 ó 15, sin contrato y con “liquidación” diaria. 

Todos tienen en común que son buenos ciudadanos y trabajadores, son dinámicos, inteligentes, le aportan al país y sin embargo sienten que están estancados sin poder avanzar a una vida mejor porque trabajan para una economía que no funciona bien, que es sumamente inequitativa y desigual.    

Pese a que la encuesta de Comunicación y Participación Política 2012 que realiza el Centro de Investigación en Comunicación Política (CICP) de la Universidad Externado de Colombia revela que el 78 % de los colombianos quiere absoluta equidad en la distribución del ingreso, y sólo el 5 % acepta la inequidad extrema que se presenta en nuestro país, pocas personas comprenden la magnitud de la misma y el impacto que esto tiene en la vida cotidiana de las personas.  No sólo se trata de las escandalosas cifras que nos indican que el 10 % más rico en Colombia se lleva la mitad del Producto Interno Bruto, mientras que el 10 % más pobre apenas tiene el 0,6 %. De lo que se trata, en el fondo, es que una sociedad inequitativa, es también una sociedad menos democrática.   

Un análisis más detallado sobre el tema de la desigualdad debe llevarnos a pensar que, en una democracia inequitativa, la política también tiende a ser inequitativa y esta última, por tanto, tenderá a un desarrollo económico desequilibrado entre los distintos sectores sociales, a favor de los más ricos.  Esto explica por qué en Colombia el problema de la desigualdad aumenta en lugar de disminuir, trayendo consecuencias nefastas no sólo para la clase media y baja, también para el desarrollo y eficiencia del país y de la sociedad en su conjunto.

No en vano el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, en su libro “El precio de la desigualdad” advierte la consecuencias que deben pagar los países inequitativos ya que este tipo de sociedades no funcionan de forma eficiente y no son sostenibles a largo plazo. 

Según el autor, “cuando los más ricos utilizan su poder político para beneficiar en exceso a las empresas que ellos mismos controlan, se desvían unos ingresos muy necesarios hacia los bolsillos de unos pocos, en vez de dedicarse al beneficio de la sociedad en general”.  Esto ocasiona un círculo vicioso en el que los ricos son más reacios a gastar el dinero en necesidades comunes, o en educación, porque claro, ellos pueden pagar colegios y universidades privadas, ir al club en lugar del parque público y pagar medicina prepagada para no tener que hacer fila en el POS, y al hacerlo, la sociedad se divide más.

La inequidad también tiene consecuencias mucho más tenues y macabras. La educación mercantilizada hace que las familias se endeuden en universidades con ánimo de lucro que no garantizan una educación de calidad para conseguir un empleo con el cual devolver el préstamo una vez se termina la carrera; las familias que deben trabajar por más horas en cualquier cargo extra no tienen tiempo calidad con sus hijos; las empresas extractivas acaban con los recursos naturales sin que se les imponga un costo por el daño causado al medio ambiente y lo más importante, cuando hay desigualdad se descuida el más valioso recurso: el ser humano, en su forma más productiva posible, pues la manera como las empresas tratan a sus trabajadores -incluyendo cuánto les pagan– afecta la productividad, lo cual redunda en el desarrollo del país.

La sensación de que nuestro sistema es injusto también acaba con la confianza, eso que Robert Putnam define como capital social y que es indispensable para lograr lazos de cooperación entre los distintos actores. Así cuando la confianza se debilita se afecta la economía, la política, se erosiona la cohesión y comienza el conflicto dando lugar a la criminalidad y la inestabilidad social.          

Nunca conseguiremos un sistema con total igualdad de oportunidades, pero con un nivel más alto de conciencia sobre el problema y con una correcta formulación de políticas económicas podríamos disminuir la brecha. La pregunta de fondo es si a ese 10 % por ciento más rico le interesa el cambio, y si el 90 % restante de la población está dispuesto a pelear por una sociedad más justa. Todos saldríamos ganando, porque preocuparse por los demás, como decía Tocqueville,  no solo es bueno para el alma, sino también para los negocios.     

*Docente – Investigadora 
Centro de Investigación en Comunicación Política (CICP)
Facultad de Comunicación Social – Periodismo 
Universidad Externado de Colombia
En Twitter: @morozcoa
margaraorozco@yahoo.es

22 septiembre 2013

Mientras crece el desierto

Mientras crece el desierto

Por: William Ospina | Elespectador.com 
Tomado de ELESPECTADOR.COM, 21 de septiembre de 2013
 http://www.elespectador.com/opinion/mientras-crece-el-desierto-columna-447833

Hubo edades edades en que el agua y el aire aire, el mar y la amistad, la hospitalidad y la generosidad eran poderes sagrados, casi siempre custodiados o protegidos por la divinidad.

El mundo estaba para ser compartido, y se veía como una profanación a las leyes de la amistad y de la caballerosidad el anteponer a las cosas un precio. 
En las obras de Homero al visitante primero se lo atiende, se lo sienta a la mesa, se lo saluda y se lo agasaja, y sólo después se le pregunta quién es y de dónde viene. 
Don Quijote era ese gran lector de quien se dice que los libros lo enloquecieron. Pero más bien era un hidalgo en quien los libros despertaron una desmedida nostalgia de tiempos más pródigos, y él mismo quiso encarnar los valores del pasado: el heroísmo, el desprendimiento, la generosidad. 
Nada valoraba tanto como lo que se hacía sin costo alguno. Él estaba dispuesto a salvar a los desdichados y liberar a los oprimidos sin reclamar a cambio una sola onza de oro. Pero cuando se lanzó a la aventura descubrió que ahora se cobraba por todo: fue grande su extrañeza al ver que estaba desapareciendo del mundo la gratuidad. Continuar leyendo


15 septiembre 2013

¿FRACASÓ EL CAPITALISMO?


 Tomado de Project Syndicate - the world's pre-eminent source of original and exclusive op-ed commentaries

NUEVA YORK – Hace cinco años la agencia de calificaciones Standard & Poor’s mantuvo la calificación de grado de inversión «A» para Lehman Brothers hasta seis días antes de que colapsara. Moody’s esperó aún más: redujo la calificación de Lehman un día laborable antes de su derrumbe. ¿Cómo es posible que reputadas agencias de calificación –y bancos de inversión– se equivoquen tanto en sus evaluaciones?
Los reguladores, banqueros y agencias de calificación son en gran parte culpables de la crisis. Pero esta cuasidebacle no fue tanto un fracaso del capitalismo como un fracaso de la capacidad de los modelos económicos contemporáneos para comprender el rol y el funcionamiento de los mercados financieros –y, en términos más amplios, la inestabilidad– en las economías capitalistas. Ver más

01 septiembre 2013

EL PARO NUESTRO DE CADA DÍA









 Por: Alberto Romero

Gran conmoción ha causado el paro campesino en varias regiones del país, y las revueltas urbanas en apoyo del mismo. El mensaje oficial populista dice estar de acuerdo con las justas reinvindicaciones de los productores del campo, al tiempo que condena las acciones de hecho, promovidas, según el gobierno, por “infiltrados” subversivos, lo cual no es nuevo, pues los gobiernos, sin excepción, siempre han macartizado la protesta popular con dichos señalamientos, convirtiendo a los dirigentes en objetivo militar de la ultraderecha. Como paliativo, el gobierno “promete” algunas medidas coyunturales, sin atacar el problema de fondo. 

La crisis del sector agropecuario en Colombia es de carácter estructural y obedece a la incapacidad de la burguesía terrateniente, rentista, especulativa, corrompida y vende patria, de transformar el campo, de acuerdo con las exigencias de un desarrollo sostenible. En el meollo de la confrontación violenta está el problema de la distribución altamente desigual de la propiedad de la tierra, del acaparamiento de las mejores tierras y mejor situadas como medio de acumulación y no como medio de producción, del desplazamiento permanente del campesino, bien sea hacia los centros urbanos, o más allá de la frontera agrícola, del atraso en el desarrollo técnico y tecnológico, del pésimo estado de las vías secundarias, del alto costo de los insumos, de la larga cadena de intermediación entre el productor y el consumidor, etc. Todo esto le impide al productor campesino competir con las importaciones y el contrabando.

En consecuencia, más que pañitos de agua tibia, la crisis estructural del sector agropecuario colombiano requiere de una profunda reforma agraria, que rompa, de una vez por todas, el muro de contención que impide que el progreso llegue al campo, a la población campesina, factor fundamental  para el desarrollo sostenible del país. De lo contrario, la inseguridad alimentaria (dependencia de las importaciones), la violencia y el sobrepoblamiento de las ciudades por el desplazamiento forzoso (lo cual empeorará el caos urbano), seguirán a la orden del día y, año tras año, tendremos que soportar la incompetencia de los gobernantes de un Estado cada vez más fallido.




07 agosto 2013


Después de que en 1999 los ataques aéreos de la OTAN fueran respondidos en Serbia con conciertos de rock donde adolescentes tocados con gorras de los Chicago Bulls quemaban desafiantes la bandera estadounidense, pocos tendrían la ingenuidad de repetir el gastado refrán de que MTV y McDonald’s llevan la paz y la democracia al mundo. Sin embargo, lo que se hizo evidente en aquellos momentos en que la cultura pop trascendía la división provocada por la guerra era que, aun cuando no exista ningún otro terreno cultural, político o lingüístico común, los medios occidentales de información habían logrado cumplir la promesa de crear el primer léxico mundial de imágenes, de música y de íconos. Aunque no coincidamos en nada más, casi todo el mundo sabe que Michael Jordan es el mejor jugador de béisbol que ha existido nunca.

Esto puede parecer un logro de poca monta comparado con los ambiciosos discursos sobre la “aldea global” que se oyeron cuando cayó el comunismo, pero es un logro bastante vasto para haber revolucionado tanto la producción del arte como las prácticas políticas. Las referencias verbales o visuales a las comedias televisivas, a los personajes del cine, a los eslóganes publicitarios y a los lagos de las empresas han llegado a ser el instrumento más eficaz que poseemos mas para comunicarnos entre las culturas, un click fácil e instantáneo. La profundidad que ha alcanzado esta forma de marca comercial impuesta a la cultura quedó bien visible en marzo de 1999, cuando estalló un escándalo a raíz de un popular texto escolar que se usa en las escuelas públicas estadounidenses. El texto de matemáticas de sexto grado estaba lleno de menciones y de fotografías de conocidos artículos comerciales: de zapatillas deportivas Nike y de productos de McDonald’s y de Gatorade. En cierto punto se enseñaba a los alumnos a calcular los diámetros con una golosina Oreo. Como era de esperar, los padres se pusieron furiosos contra este nuevo hito de la comercialización de la educación; parecía un libro pagado por las empresas. Pero McGraw-Hill, la editora del libro, insistía en que los críticos se equivocaban. “Hay que trabajar con las cosas que la gente conoce bien, para que se dé cuenta de que las matemáticas están en el mundo que les rodea”, explicó Patricia S. Wilson, una de las autoras del texto. Las referencias a las marcas no eran anuncios pagados, dijo, sino un intento de hablar a los alumnos sobre sus propios elementos de referencia y en su propio idioma; en otras palabras, de hablarles en el idioma de las marcas1. más información






Mis padres tuvieron poca educación. Mi papá era originario de lo que hoy es Bielorrusia, en su momento Lituania. Fue educado en la religión judía, podía leer hebreo y escribir en yiddish, hablar algo de lituano y ruso, sabía hacer las operaciones aritméticas básicas y se orientaba por puntos de vista conservadores no sólo en política sino en todo. Aprendió a hablar español con un marcado acento eslavo que a mí me hacía sentir incómodo. Mi mamá cursó algunos años de secundaria en Polonia, pero no pudo terminarla. En su familia hubo socialistas y laboristas del movimiento llamado Bundt, según me enteré tardíamente con sus familiares en Nueva York, pero ella fue apolítica toda la vida. Ayudaba a mi papá con la cacharrería en Barranquilla, y él la respetaba mucho porque era buena y rápida para los negocios. Eso nos permitió entrar en el mundo de la clase media con todas sus comodidades.

A pesar de sus carencias, mis padres valoraban, como todos los judíos europeos, la educación que para ellos se expresaba en el respeto por los estudiosos de la Ley —los rabinos—, pero también por el aprecio a todas las profesiones liberales y técnicas. Tanto yo como mis dos hermanas fuimos apoyados para hacer estudios universitarios y de posgrado, a pesar de que ellos no entendían muy bien lo que el estudio representaría en nuestras vidas. En mi caso, terminé apartándome de la vida comunitaria y religiosa, o sea de las que para ellos eran las defensas últimas de nuestra existencia.  Ver más





06 agosto 2013

ME CAÍ DEL MUNDO

Eduardo Galeano: Me caí del mundo y no sé cómo se entra

Eduardo Galeano
Galeano - Me cai del mundo
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..

No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.

¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.

¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
.
¡Guardo los vasos desechables!

¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable enel cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!

La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.

Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.

¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.

El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de… años!

Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)

No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.

Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De ‘por ahí’ vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el ‘guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo’, pasarse al ‘compre y bote que ya se viene el modelo nuevo’.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no,  eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!!  Pero por Dios.

Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.

Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombrecomo para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!

Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía ‘éste es un 4 de bastos’.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden ‘matarlos’ apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: ‘Cómase el helado y después tire la copita’, nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.

Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la ‘bruja’ como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la ‘bruja’ me gane de mano y sea yo el entregado.

Eduardo Galeano, periodista y escritor Uruguayo