Por:
Albert Recio Andreu
Con la victoria de Trump y el nombramiento de su Gobierno, el subtítulo con el que recojo bianualmente mis comentarios de economía gana todo su sentido. No es un Gobierno de enfermos mentales (aunque seguro que hay bastantes psicópatas en sus filas) sino de ideas locas. Las que flotaban en el ambiente cuando se me ocurrió este título.
Preocupa mucho Trump, su autoritarismo, su corrupción, su irracionalidad. Ya dio muestras de ello en su primer mandato y en la preparación de un fallido golpe de estado. Ahora es mucho más peligroso porque ha obtenido un control casi completo de las instituciones básicas, porque su presunta oposición está en crisis, porque cuenta con aliados fuertes en bastantes países, porque el contexto global es mucho más peligroso, por su racismo, su xenofobia, su machismo, su antiecologismo… Pero, con todo, lo que verdaderamente parece más preocupante es la estrecha relación que mantiene con personajes relevantes de las élites económicas. Lo que es realmente sorprendente y peligroso es que tipos como Elon Musk se metan directamente en la acción de gobierno. Históricamente, siempre ha habido una cierta división de poderes entre el poder político y el económico. Y, aunque las influencias de este último sobre el primero son potentes, esta separación permite una cierta mediación y atemperación de las demandas empresariales, así como la adopción de políticas que tienen sentido desde la óptica del conjunto de la sociedad. Leer más
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