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07 marzo 2011

LA HERENCIA DE URIBE



Paso a paso se va aclarando toda la podredumbre que se produjo en el gobierno de Uribe y que  hoy, gracias a los cables de wikeleaks, es posible conocer más intimidades. Entre las perlas más protuberantes que nos heredó el anterior presidente se destacan los mal llamados falsos positivos, que no son otra cosa que asesinatos selectivos, para mostrar resultados que justificaran la ayuda militar de los gringos. Este vergonzoso episodio de nuestra fallida historia trascendió más allá de las fronteras nacionales, empeorando la desprestigiada imagen que de Colombia se tiene en el exterior. Otro escándalo estalló con las chuzadas, o interceptaciones ilegales de las conversaciones de quienes Uribe consideraba opuestos a su gobierno, entre ellos magistrados, políticos y personajes de la vida nacional. Este espionaje sistemático, violatorio del derecho humano a la intimidad, es otro lunar que empaña al poder ejecutivo bajo el anterior gobierno. Y ni que decir de la llamada parapolítica, en la cual se vio involucrada gran parte del Congreso. Se le suma a lo anterior la feria de recursos del programa agro ingreso seguro, supuestamente para favorecer a los campesinos pobres, gran parte de los cuales se otorgaron a grandes empresas agrícolas, patrocinadoras de la campaña presidencial de uribito. Recientemente se descubrió el robo de 150 mil hectáreas, a través de la alianza mafiosa de terratenientes, notarios y funcionarios corruptos de las oficinas de registro. El último escándalo se acaba de descubrir y es nada menos que el fraude cometido por el gobierno, al presentar a la opinión pública una supuesta desmovilización de todo un frente de las Farc en el 2006, cuando en realidad se trató de un vulgar montaje.

Pero eso no es todo, bajo el anterior gobierno se intensificó la entrega de importantes sectores de la economía nacional a la voracidad del capital extranjero, especialmente los recursos mineros, reprimarizando la inserción del país en la economía internacional. La apertura indiscriminada al capital extranjero, más los dólares que ingresan por el narcotráfico, entre otros, ha provocado la revaluación del peso, afectando negativamente a los sectores exportadores del país. Si bien es cierto que se ha logrado una cierta estabilidad macroeconómica, gracias al control de la inflación, eso ha traído como consecuencia mayor desempleo e informalidad (más del 60% de los ocupados), mayor pobreza y desigualdades sociales. El programa bandera de Uribe, lo que lo llevó al poder en dos ocasiones, fue la eliminación de los grupos armados al margen de la ley; sin embargo, aparte de unos cuantos golpes exitosos, gracias a la asesoría gringa, la insurgencia sigue viva y los grupos paramilitares se reproducen bajo otras denominaciones.

A lo anterior hay que agregar la escalada de la corrupción en todos los niveles de la administración pública.

Con el anterior balance aún no se entiende cómo es que hay sectores de la sociedad que todavía creen en Uribe.

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